sábado, 24 de agosto de 2013

Magnetoelectricidad


EXAMEN 2 

Alumna: Luna Canales Irene Carolina 
Carrera: Química 
Materia: Electricidad y Magnetismo. (Fisica II)
Maestro: Oziewicz

2A. Experimento de Gerlach y Stern. 

En 1922 en Fráncfort del Meno Otto Stern y Walther Gerlach realizaron un experimento que pasaría a ser recordado para siempre como uno de los pasos fundamentales que ayudaron a seguir desgranando el problema que le había estallado a la comunidad científica en la cara con las investigaciones de Planck y otros: la mecánica cuántica.

En el experimento que lleva el nombre de estos dos físicos, que por aquel entonces eran ayudantes de investigación en la universidad, ayudó a descubrir el espín. Stern se había interesado con anterioridad en los trabajos llevados a cabo por Louis Dunoyer, un físico francés que realizó diversos experimentos en la década precedente. Fue el primero en producir haces moleculares estrechos a través de un recipiente cilíndrico en el que se había hecho el vacío. El trabajo se titulaba Réalisation d’un rayonnement matériel d’origine purement thermique. Stern pensó que sería buena idea aplicar las ideas de Dunoyer para medir propiedades más elementales de la materia, a las partículas que componían los átomos. Para ello, llevó junto a Gerlach el experimento que lleva sus nombres.

Consiste en lo siguiente. Se calienta una sustancia paramagnética (es decir, aquella en la que en presencia de un campo magnético, el momento magnético de sus partículas se alinean con el campo magnético externo, aunque cuando se desconecta el campo, quedan orientados al azar) para que emita un haz de átomos hidrogenoides (es decir, con un electrón en la última capa) eléctricamente neutros todos con la misma velocidad, que iban en trayectoria rectilínea hasta que se topan con un gradiente de campo magnético (es decir, una zona donde existe una variación del campo magnético en zonas donde aumenta y disminuye) del que luego emerge y choca con un detector.

Imaginemos el electrón como una bolita con radio mayor que 0, con un eje de rotación y que tiene la carga distribuida por la esfera, y que gira. Sería un ejemplo de dipolo. Entonces, ante la acción de un campo magnético externo, que ejerce una fuerza sobre él, el electrón empezaría a describir un movimiento de precesión (como un trompo cuando gira).



 Si el campo magnético es homogéneo (no cambia de valor), las fuerzas sobre el dipolo se cancelan y el electrón no ve alterado su movimiento. En cambio, en un campo magnético que no es homogéneo (porque existe un gradiente de campo en este caso) las fuerzas no se cancelarán exactamente, haciendo que exista un momento de fuerzas neto sobre el electrón que haga que se desvíe de la trayectoria rectilínea.

Lo que esperamos ver es que estas pequeñas diferencias nos produzcan un borrón en la placa detectora, significando que esta diferencia sea al azar y por tanto cada partícula será desviada una cierta cantidad, diferente, produciendo un patrón relleno homogéneamente en el detector. Lo que ocurrió cuando hicieron el experimento se puede ver en la imagen siguiente:

A la izquierda, el haz cuando no hay campo magnético externo. El haz, que tiene forma de segmento, incide con la misma forma con la que sale. En la derecha, la imagen cuando hay campo magnético. Es una postal que Gerlach mandó a Niels Bohr para contarle que sus experimentos parecían demostrar la predicción de Bohr acerca del momento magnético de los átomos.

Como dijimos antes, si la partícula es clásica, esperaríamos ver todo el hueco relleno. Sin embargo, no es así. Se desplazan una cantidad muy concreta, lo cual significa que el  espín está cuantizado. Es decir, toma un número concreto de valores posibles y no un rango continuo.

El valor medido es +h/2 o -h/2. Como vemos en la imagen, se corresponde con la proyección del espín sobre el eje vertical (en este caso, Z). El haz se divide claramente en dos partes diferentes.

No les resultó fácil llevarlo a cabo. El haz de átomos de plata era colimado por dos rendijas de 0.03 milímetros, y atravesando el campo magnético de 0.1T de máximo valor y 10T/cm de gradiente se conseguía visualizar tan sólo una separación de 0.01 milímetros. Por si fuera poco, el experimento se estropeaba a las pocas horas. Pero pese a todo, lograron demostrar sin dejar lugar a dudas que el espín del electrón era una cantidad cuantizada.

Desde luego, la imagen clásica del electrón es incorrecta. Hoy sabemos que el electrón es una partícula sin estructura interna, es decir, no está compuesto de nada más y además, es puntual. Por lo tanto, no tiene mucho sentido imaginárselo como una pelotita que gira, porque para que algo pueda girar, tiene que tener dimensiones, no se puede rotar un punto sobre él mismo. Como tal, tiene más sentido pensar en él como un valor fundamental de la naturaleza que nos dice que el electrón se comporta como un diminuto imán que puede orientar su campo magnético proyectándolo de dos formas: hacia arriba (+1/2) o hacia abajo (-1/2).


El espín no se pudo descubrirse en la teoría cuántica inicialmente. Hubo que esperar a que Dirac en 1928 planteó la ecuación que lleva su nombre y que representa el nacimiento de la mecánica cuántica relativista, pues toma en consideración a la relatividad, y de esa forma, aparece el espín del electrón de manera natural, sin que hagan falta consideraciones adicionales.

2B. El hidrógeno como molécula. 

¿Cuánta energía es necesaria para separar  la molécula de H2? 
Un ejemplo de separar el hidrógeno molecular a hidrógeno atómico es la de la soldadura de hidrógeno atómico, este funciona de la siguiente manera: 

El proceso fue inventado por Irving Langmuir durante sus estudios sobre hidrógeno atómico. El arco eléctrico rompe eficientemente el enlace de las moléculas de hidrógeno, cuyos átomos luego se recombinan con tremendos desprendimientos de calor, alcanzando temperaturas de entre 3400 y 4000 °C. Con un soplete oxiacetilénico, la llama de acetileno con oxígeno puro alcanza en condiciones ideales una temperatura adiabática de 3300 °C, produciendo la tercera llama más caliente, después del cianógeno a 4525 °C y el dicianoacetileno a 4987 °C. El dispositivo utilizado en esta soldadura es conocido como soplete de hidrógeno atómico, soplete de hidrógeno naciente o soplete de Langmuir.

El calor producido por este soplete es suficiente para fundir y soldar tungsteno, el metal más refractario, cuyo punto de fusión es de 3422 °C.1 La presencia de hidrógeno actúa como un escudo de gas protege a los metales de la contaminación por carbono, nitrógeno u oxígeno, los cuales podrían dañar severamente las propiedades de muchos metales a altas temperaturas. No es necesario usar fundente en este proceso.

El arco se mantiene estable independientemente de la pieza de trabajo o las partes que se estén soldando. El hidrógeno gaseoso normalmente es diatómico (H2), pero con las temperaturas mayores a 600 °C que hay alrededor del arco, el hidrógeno se disocia hasta su forma atómica, absorbiendo simultáneamente una gran cantidad de calor del arco. Cuando el hidrógeno golpea una superficie relativamente fría (como la zona de soldadura), se recombina en su forma diatómica y rápidamente libera el calor correspondiente a la energía de enlace. La potencia en la soldadura de hidrógeno atómico puede variarse fácilmente cambiando la distancia entre el flujo del arco y la superficie del área de trabajo. Este proceso está siendo reemplazado por la soldadura de arco metálico protegida, principalmente por la disponibilidad de gases inertes económicos.

En la soldadura de hidrógeno atómico, el material de relleno puede usarse o no. En este proceso, el arco es mantenido enteramente independiente del trabajo o de las partes que están siendo soldadas. El trabajo es una parte del circuito eléctrico sólo hasta el punto en que una porción del arco toma contacto con la zona de trabajo, momento en el cual existe un voltaje entre el trabajo y cada electrodo.

2B. Orto y para hidrógeno. 

Los spines que tiene el núcleo de los dos átomos que posee la molécula de hidrógeno (H2), pueden tener forma paralela o pueden ser antiparaleleos, teniendo un spin que resulta de la unidad, o es cero. Por lo cual, se dice que hay dos isómeros del spin del hidrógeno molecular, conocidos como orto- y para- hidrógeno de manera respectiva. Su cambio es lento, menos cuando se encuentra en presencia de un catalizador, donde el hidrógeno pasa a ser absorbido de manera atómica, o en altas temperaturas, en las que puede haber una disociación de los átomos. Orto- y para- hidrógeno poseen propiedades químicas muy similares, pero algunas de sus propiedades físicas difieren un poco, por ejemplo, el vapor, la capacidad calorífica o la conductividad térmica entre otras.
2C. Ensayo sobre resonancia magnética nuclear y como esta relacionada con la química 

RESONANCIA MAGNÉTICA NUCLEAR 
RELACIÓN CON LA QUÍMICA

En este ensayo se analizará la resonancia magnética nuclear, donde comprenderemos las propiedades que hacen posible el desarrollo y mejora de este fenómeno. 

Las  técnicas  de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) son un instrumento indispensable para  la química así como para  otras  ramas  de la Ciencia. Con la espectroscopia de RMN se pueden identificar moléculas, determinar su estructura o estudiar procesos dinámicos.Por ejemplo, ha sido clave en la determinación de la estructura de proteínas en disolución y, por otro lado, las técnicas de imagen  de RMN  son  una  herramienta indispensable en  el diagnostico  en medicina. 

La RMN se sustenta en 3 elementos: 
a) El carácter magnético en los núcleos de las moléculas en estudio. 
Muchos núcleos atómicos, debido a su spin molecular, presentan características magnéticas. En cierta manera se puede considerar que los núcleos se comportan como pequeños imanes. 

b) La aplicación de un campo magnético intenso. 
cuando las moléculas en estudio están inmersas en un capo magnético, los niveles nucleares se desdoblan en varios niveles de energía. Cuando uno de los niveles de energía que aparecen corresponden a diferentes orientaciones de los spines de los núcleos (pequeños imanes) respecto al campo magnético. 

c) La iluminación radiomagnética con radiación electromagnética. 
Como en otras técnicas espectroscópicas la iluminación de la muestra con la frecuencia adecuada de radiación hará que los núcleos pasen de un nivel a otro. La frecuencia de la radiación necesaria para producir este salto de nivel, dependerá del tipo de núcleo, del entorno químico de este, del tipo de núcleos presentes en sus cercanías y del campo externo aplicado. 

Un espectrómetro de RMN consta de las siguientes partes fundamentales:
  • Un imán que genere un campo magnético estable, el cual puede ser de una intensidad variable, definiendo la frecuencia de resonancia de cada núcleo. Generalmente se identifica cada espectrómetro por la frecuencia de resonancia del protón, así en un imán de 7.046 Tesla, los núcleos de 1H resuenan a 300 MHz, y por tanto sería un espectrómetro de 300 MHz. Por el momento el imán de mayor campo magnético del mundo lo ha instalado Bruker en la Unviersiad de ciencia y tecnología Rey Abdullah en Arabia Saudita, de 950 MHz.
  • Una sonda, que se sitúa dentro del imán, en la que se introduce la muestra y que consta de las bobinas responsables de emitir y recibir las radiofrecuencias (RF). El número de bobinas y su disposición determinan el tipo y las aplicaciones de cada sonda.
  • Una consola en la que se generan los pulsos de RF y se controla el resto de la parte electrónica del espectrómetro
  • Un ordenador que sirve de interfaz con el espectrómetro y con el que se analiza toda la información obtenida.

Con la resonancia magnética nuclear, los procesos de análisis son más factuales y representativos, es un fenómeno físico basado en las propiedades mecánico-cuánticas de los núcleos atómicos. RMN también se refiere a la familia de métodos científicos que explotan este fenómeno para estudiar moléculas (espectroscopia de RMN),macromoléculas (RMN biomolecular), así como tejidos y organismos completos (imagen por resonancia magnética).

Todos los núcleos que poseen un número impar de protones o neutrones tienen un momento magnético y un momento angular intrínseco, en otras palabras, tienen un espín > 0. Los núcleos más comúnmente empleados en RMN son el protón (1H, el isótopo más sensible en RMN después del inestable tritio, 3H).

Las frecuencias a las cuales resuena un núcleo atómico (dentro de una molécula) son directamente proporcionales a la fuerza del campo magnético ejercido, de acuerdo con la ecuación de la frecuencia de precesión de Larmor. La literatura científica hasta el 2008 incluye espectros en un gran intervalo de campos magnéticos, desde 100 nT hasta 20 T). Los campos magnéticos mayores son a menudo preferidos puesto que correlacionan con un incremento en la sensibilidad de la señal. Existen muchos otros métodos para incrementar la señal observada. El incremento del campo magnético también se traduce en una mayor resolución espectral, cuyos detalles son descritos por el desplazamiento químico y el efecto Zeeman.

La RMN estudia los núcleos atómicos al alinearlos a un campo magnético constante para posteriormente perturbar este alineamiento con el uso de un campo magnético alterno, de orientación ortogonal. La resultante de esta perturbación es el fenómeno que explotan las distintas técnicas de RMN. El fenómeno de la RMN también se utiliza en la RMN de campo bajo, la RMN de campo terrestre y algunos tipos de magnetómetros.

OPINIÓN: El spin es una esfera que gira sobre un eje y maneja números enteros o semi enteros.; generalmente el valor del spin es 1 cuando la molécula esta excitada, es decir, cuando el spin dibuja una trayectoria circular o un movimiento de preseción y 0 cuando no hay algún tipo de energía que lo excite y su momento magnético no es paralelo al núcleo. Llegando a la conclusión que el espin es el origen de los fenómenos magnéticos como la RMN donde los núcleos atómicos emiten cierta energía que se utiliza para identificar las moléculas, determinar su estructura o estudiar procesos dinámicos siendo el origen de la rotación del spin la energía de preseción 


Bibliografía/ Cibergrafia 













No hay comentarios:

Publicar un comentario